Materias primas: la construcción también se ve afectada

Durante este año 2022 se prevé que el sector de la construcción crezca un 7%. Unas proyecciones de la Federación Europea de la Industria de la Construcción que auguraban un muy buen año para este sector, pero que se ven amenazadas por la escalada del precio de las materias primas.

Así, esta subida del precio de las materias primas ha incrementado el coste total de las obras alrededor de un 22,2% de media, según las conclusiones del estudio “Impacto de la subida de las materias primas en la construcción”, llevado a cabo por la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) con la participación de más de 300 empresas del sector. Un hecho que ha provocado que 4 de cada 10 empresas (39,5%) se hayan visto obligadas a cancelar o paralizar sus obras, según el mismo estudio.

¿Cómo se ha llegado hasta aquí?

Nos encontramos delante de una de las mayores crisis de suministros de la historia. Y con ella, como es lógico, un aumento de los precios.

Esta situación se debe a que la llegada de la pandemia supuso un parón total en la cadena, frenando el ritmo normal de suministración de estas materias primas.

Una vez se volvió a arrancar y, a nivel global, se reactivó la economía, la demanda fue tan grande y a la vez que ha provocado este desabastecimiento de productos. Y, a este hecho, se le debe sumar que la reactivación en los países de donde vienen las materias primas no ha sido tan rápida como se esperaba.

Una crisis, por tanto, en la cadena de suministros, que se ha visto agravada por el incremento del precio del transporte internacional marítimo de contenedores, y como consecuencia de esta reactivación económica mundial.

Así pues, prácticamente todos los sectores están sufriendo los efectos de este colapso en la cadena de suministros. Y el de la construcción también se ve muy perjudicado, debido a la falta de materiales imprescindibles para ejecutar la producción de sus obras.

Efectos de la crisis en el precio de los materiales y sus consecuencias

La madera, el acero, el aluminio o el hierro han sido algunos de los materiales más afectados por el encarecimiento, según las conclusiones del estudio de la CNC. Este encarecimiento de las materias primas ha hecho aumentar los costes de la construcción y ha sido un verdadero quebradero de cabeza para las constructoras y el sector de la construcción en general.

Una situación que causa serios problemas a los constructores para cumplir con sus compromisos, tanto económicos como en el plazo de entrega, llegando incluso a verse obligados a paralizar algunas obras.

Todas las constructoras se ven afectadas en mayor o menor medida. Las que se dedican a hacer obra pública están muy preocupadas porque los precios ya están cerrados y no son susceptibles de revisión, por lo tanto, son obras que están abocadas a pérdidas. Y en el sector privado, a pesar de haber cierto margen de negociación para renegociar cada contrato con las promotoras y tratar de amortiguar las pérdidas, los precios cada vez son más altos y los plazos más cortos.

Un hecho que termina afectando también a los compradores finales, que si la situación se mantiene, el precio final también se modificará y será más elevado. Siendo este el principal temor de las empresas del sector.

2022: Oportunidades, amenazas y sus posibles consecuencias

Este año 2022 ha traído consigo los fondos europeos Next Generation, una oportunidad perfecta para el sector, ya que como afirma en este artículo el presidente de la CNC, Pedro Fernández, 7 de cada 10 euros de los fondos que lleguen a nuestro país aterrizarán de forma directa e indirecta, en el sector de la construcción.

Unas cifras que pueden no ser tan extraordinarias y que crean una situación de preocupación en torno a la ejecución de las obras debido a este retraso en la llegada de las materias primas y la demora que la propia gestión de estos fondos puede originar.

A este factor se le suma los posibles efectos de la invasión rusa a Ucrania. Aunque es muy pronto para analizar las consecuencias que puede tener para el sector de la construcción, lo que está claro es que la especulación y la incertidumbre hace mucho daño a todos los mercados y negocios.

A pesar de todas estas adversidades, los representantes del sector son optimistas y esperan que las cadenas de suministros se recuperen pronto. Llegando así a una estabilidad a largo plazo en los precios que permita al sector de la construcción dejar de paralizarse. De esta manera y trabajando duro, se podrán cumplir las previsiones de crecimiento que se auguraban para el sector.

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